1685 - Sólo ese punto
Vereda eres, mujer, en que me empleo,
sin importarme origen ni destino;
mi razón no es la meta, es el camino,
no lo que vi o veré, mas lo que veo.
En mi sentimental vagabundeo,
como barco en el mar, o peregrino,
ni indago antiguas huellas, ni me obstino
en descifrar futuras. Saboreo
la embriaguez inmediata del instante.
¿Qué importa lo que puede haber delante?
¿Qué nos resuelve cuanto queda atrás?
Mujer a quien hoy beso y no pregunto:
Tú eres por donde voy, sólo ese punto,
no adonde fuiste ayer, o adonde irás.
Cantabria, 11 de mayo de 2007