1694 - Odiando
Hormiga de odio, acumulando activa
en galerías de alma sus rencores,
sin que alegre cigarra o los rigores
del tiempo sean causa disuasiva.
Quien aborrece, airado se motiva
por sus propios defectos y temores;
odia en otro los rasgos inferiores
que en sí descubre, su hebra negativa.
Lo que no poseemos, no nos hiere,
lo que en nosotros vemos nos confiere
rechazo hostil si en los demás lo hallamos..
Cuánto te odio por ser como yo mismo…
Ambos al borde oscuro de un abismo
hacia el que unidos de la mano vamos.
Cantabria, 18 de mayo de 2007