1704 - Niño y Bonsai
No te hagas hombre, espera, mi pequeño,
mantén los formularios de la infancia;
tú, mi bonsai, dulzura y elegancia;
frente a la realidad, arrullo y sueño.
Con la mente y la mano te diseño,
menguo tus alas, marco tu distancia,
y sólo ensancho la perseverancia
de prolongar tu espíritu abrileño.
Árbol tú, reducido en estatura,
hombre sin sazonar, aún miniatura,
que en tal estado mantener quisiera.
A ti, bonsai, recorto. A ti, chiquillo,
dejaré en libertad, pero a tu ovillo
pondrá la Parca un día su tijera.
Los Angeles, 5 de junio de 2007