1713 - Lirio
El alma tenue, blanquiazul del lirio,
en fuga del jardín, se me incorpora,
abriendo la campana invitadora,
perforada en orgásmico martirio
por el rígido estambre. Fuera cirio,
y por su luz brotara nueva aurora;
fuera lanza, y la mano compresora
la blandiría como rey asirio.
Se abre el lirio integral, sin resistencia
a la penetración, y su inocencia,
aun derramándose en placer, persiste.
Y tú también, y yo, confabulados,
en superposición de enamorados
cuya perseverancia no desiste.
Los Angeles, 18 de junio de 2007