1715 - Máscaras en la noche
Clama tu voz, lamento o alborozo,
y se diluye en saturnal de ruido;
cae a tus pies la jaula del vestido,
y abre la soledad su calabozo.
Te solicita el tálamo al retozo,
y una mitad es hielo inmerecido;
y sólo, sólo cuando te has dormido,
el sexo en antifaz te invita al gozo.
Las caretas avanzan por la oscura
caverna de tus sueños; no hay ranura
que soslayen sus cuerpos nebulosos.
Uno a uno, tal vez conjuntamente,
poseen tu estatura, y de repente
se despiertan tus miembros temblorosos.
Los Angeles, 22 de junio de 2007