1725 - Alguien partió
Sobre la misma roca, día a día,
absorta en horizonte y pensamientos;
cada ola fracturada en mil fragmentos,
tal como el corazón se le rompía.
La tarde lentamente descendía,
naufragando en el mar. Qué cargamentos
de soledad, dolor y desalientos
su navío de sueños recogía.
Alguien partió, y acecha su regreso,
pero ya el labio ha desprendido el beso
que colgaba de un hilo de esperanza.
Y sin embargo, esta mujer espera…,
sin saber que ha cruzado la frontera
entre la realidad y la añoranza.
Los Angeles, 22 de julio de 2007