173 - Retirada
Despídeme de tí en la madrugada,
que no puedo esperar, ni esperar quiero;
me rasgaría el corazón si espero,
que toda despedida es una espada.
En esta subrepticia retirada
no soy el inclemente ballestero
que te atraviesa el alma con su acero,
sino la vida que se va truncada.
Cómo te he amado y te amo con exceso,
y cómo te he de amar hasta el regreso,
cómo te llevo entretejida en mí.
Al despertar al frío de mi ausencia,
enciende el fuego de mi permanencia,
porque constantemente estaré en tí.
Cantabria, 13 de abril de 1999