174 - Nubecilla
Blanco girón de nube se desprende
del hato en el azul adormecido
con pretensión y orgullo de elegido,
y en rebeldía individual desciende.
En la inquieta extensión del mar pretende
empapar sus mechones, poseído
de un afán de embriaguez por lo prohibido,
que en vez de humedecer su tul, lo enciende.
¿Querrás ser tú la nube exploradora
que a mi mar agitado se incorpora,
absorbente hasta la saturación?
Descuelga el flamear de tus guedejas
para arrastrarlo en mí, que así me dejas
una caricia sin interrupción.
Madrid, 13 de abril de 1999