1796 - Yo no saldré de casa
Atúrdanse otros en confeti y ruido,
perdiéndose en vaivén de multitudes,
pretendiendo asfixiar las inquietudes
de mente triste o corazón herido.
Yo no saldré de casa. Consumido
mi tiempo está de tales servitudes,
y ya enterré en sombríos ataúdes
pasadas glorias, que son hoy olvido.
Te haré una noche prolongada, lejos
del fárrago banal de los festejos,
mezcla de calma, impulso y paroxismo.
Ruede enjambre de voces por la calle;
en nuestro lecho, entre los dos, estalle
muda bomba de paz y de erotismo.
Los Angeles, 27 de diciembre de 2007