1855 - Sombra
Mi silencio te roza suavemente,
tu silencio es flagelo que me azota;
enmudecido sangro gota a gota,
y te haces sombra, que ni ve ni siente.
Mi cuerpo aquí, tu sombra sobre el puente
hacia campos de olvido. Qué remota
te has hecho ya. Rumores de derrota
arrastra el río en su rodar doliente.
Tu sombra era mi sombra; tu partida
me ha arrancado del suelo esa otra vida
a la que uno tan fácil se acostumbra.
Todo a mi alrededor brilla y destella;
yo que siempre añoraba la luz bella,
hoy clamo por tu parte de penumbra.
Los Angeles, 22 de marzo de 2008