1869 - En ese instante
El día en que te vi sin que me vieras,
con tu rápido paso, contundente,
y el cabello flotando intermitente
como destacamento de banderas;
en aquella explosión de primaveras
dentro de un yo mayor y adolescente,
algo perverso, un tanto de inocente,
colmado de repudios y de esperas;
en tal aparición en movimiento
de tu vivacidad, crines al viento,
corcel en rítmica galantería;
en ese instante en que te vi avanzando,
aún desconocedor de dónde y cuándo,
supe que llegarías a ser mía.
Oviedo, 5 de mayo de 2008