1870 - Hoy
Me incendiaron la vida, y en el fuego
el mundo pereció que conocía;
mas surgió de la escoria un nuevo día,
nueva actitud y fórmula de juego.
No detesto el pasado, ni reniego
de cuanto en él logré; cada agonía
su éxtasis tuvo y su galantería,
y cada turbulencia su sosiego.
Fue ayer cuando anhelaba diluirme
en otro yo, cuando pensé morirme,
perdido y solo en rutas de rechazo.
Hoy el fuego me alumbra, no me quema,
miro otros ojos, forjo otro poema,
e intento abandonarme en otro abrazo.
París/Oviedo, 12 de mayo de 2008