1929 - La sed de ti
Aquella sed que tuve, la que hoy siento,
la que me va a deshidratar mañana,
la que no encuentra vaso ni fontana
que remedie mi urgencia del momento;
la sed de ti, del acumulamiento
de desvaríos que el deseo hilvana,
la sed que no te alcanza, aunque cercana,
y de hacerlo, me haría más sediento;
la sed que intenta aniquilarse a besos,
la sed de penetrarte hasta los huesos,
la sed de ti, de ti, de ti, mujer;
tórnate surtidor, manantial, pozo,
y enciéndeme y apágame este gozo,
para otra vez volvérmelo a encender.
Los Angeles, 24 de julio de 2008