1945 - A la espera (III)
En ansiedad, confuso y contrariado,
siempre a la espera, al borde del camino,
de ese amor carismático, genuino,
pensé y pensé: Tal vez, extraviado,
he espigado en las sombras, he indagado
en la suntuosidad y el torbellino;
tal vez en su carácter peregrino
sigue el sendero menos transitado.
Apenas perceptible un airecillo
con olor a jazmines y tomillo
rozó el pinar, acarició mi frente.
Era como un suspiro que tocara
cada fibra del alma, y se quedara
dentro de mí, definitivamente.
Los Angeles, 13 de agosto de 2008