1953 - Desdibujándose
Ah, cómo se diluye su figura...
El tiempo es niebla gris que difumina,
y cuanto más la evocación se obstina
tanto se ve en la mente más oscura.
Voy, trovador errante en la espesura,
en busca de su sombra. Se me hacina
tropel de formas, pero la genuina,
la que llegue a besar, no se aventura.
Puede ya ser, semidesvanecida,
nube, rumor, oscilación, que anida
en mundo cada vez más irreal.
Tiendo la mano y nada corroboro,
la vista avanzo, pero no avizoro
sino un paisaje ausente y espectral.
Los Angeles, 7 de septiembre de 2008