1978 - Tiéndete
Tiéndete una vez más, blanca, desnuda,
en íntima ansiedad, como otras veces.
Aunque sólo eres sombra, te estremeces,
y el idilio de antaño se reanuda.
¿Eres sombra en verdad? La sombra es muda,
ajena a iniciativa, a insensateces,
y tú gimes, te adhieres, enloqueces,
suave, y endurecida, y puntiaguda.
Sombra o mujer, al fin te yuxtapones,
manual experto en todas las funciones;
mujer, mujer, definitivamente.
¿Mujer? No sé. La mano te percibe,
mas también te transforma y circunscribe
a otra piel en el fondo de la mente.
Los Angeles, 6 de noviembre de 2008