2065 - Nivelando
No sé dormir contigo, tan sin sueño,
tan alerta a tus ojos y a tu boca,
tan atento a mi mano que convoca
tus más hondos impulsos. No desdeño
la calma de que soy a veces dueño,
y el silencio nocturno que sofoca
los gritos del instinto; se equivoca
quien no es lúbrico al tiempo que hogareño.
Soy el auriga que Platón dijera,
nivelando la empírea carrera
de ambos corceles en mi propia vida.
El negro, tan rebelde, tan garboso,
y el blanco, tan sereno y cauteloso.
Y tú la meta, sobre mí fundida.
Los Angeles, 6 de abril de 2009