208 - Quédate
Esta noche no admite despedida,
ni es la noche que al alba se evapora;
es la noche que llega acogedora
y te acepta, semidesconocida.
Qué poco sé de tí; qué precavida
es tu arribada, aunque esperanzadora…
Mas ¿qué importa lo mucho que se ignora,
si lo poco aprendido no se olvida?
No te apresures a partir; extiende
el arco de tus brazos, y pretende
una historia común de sueños y años.
Mi voz suena una vez, sin insistencia;
y al aceptarla tú sin resistencia,
ya no seremos mutuamente extraños.
Los Angeles, 24 de mayo de 1999