2083 - Como el mar
Eres el mar, sonoro, movedizo,
vienes y vas, y en tu incesante canto,
rutinario y variable, gozo y llanto,
como una de tus olas me deslizo.
Tan seguro en tu margen fronterizo
y tan consciente de tu propio encanto
que todo se te debe; y entretanto,
y pese a tu arrogancia, te humanizo.
Oh, mar, oh, mar, que ni andas ni aleteas,
que abusivo y metódico te empleas
en danza sin propósito ni altura.
No volveré a tus playas. Me has dictado
dureza y rigidez de acantilado,
en la búsqueda yo de la ternura.
Los Angeles, 20 de abril de 2009