211 - Disensión
Dispérsame la niebla, borradora
de los rasgos que trazan tu paisaje,
del sendero pisado en mi viaje,
patente ayer, imperceptible ahora.
Rompan las claridades de la aurora,
y su puñal de luz de un golpe raje
esta cortina gris, bárbaro ultraje
a una entrega tan esperanzadora.
El silencio es funesta sepultura
del amor renunciado en amargura;
dame antes el diálogo o el grito.
Vente con voz de brisa o de martillo,
con palabra de seda o de cuchillo,
porque callar es el peor delito.
Los Angeles, 29 de mayo de 1999