2128 - El aliento de la muerte
Te ha llegado el aliento de la muerte,
pútrida exhalación paralizante
sobre tu entorno de azahar fragante,
y el orden de tu espíritu subvierte.
No hay equilibrio ya; se te convierte
la luz en sombra, lo íntimo en distante,
cuanto fue residente, en trashumante,
y el dinamismo en apatía inerte.
Lo imputarás a Dios, la suerte, el mundo,
tu aire gentil se tornará iracundo,
tus disyuntivas en intolerancia.
Piensa que todos por igual venimos
para peregrinar, y si morimos
es porque ya agotamos la distancia.
Los Angeles, 22 de junio de 2009