2129 - Perdido Edén
Invisible me queda tu figura,
mas no intangible; danza y me rodea,
como suspiro hecho de luz, o idea
ciñéndome al pasar por la cintura.
Voluptuosa, y a la vez tan pura
como el ángel extático, que arquea
su torso alado mientras merodea
junto a Adán a la nueva criatura.
Eva era tempestad de carne y hueso,
aun ignorando la embriaguez del beso
que más tarde, voraz, descubriría.
En el Edén a que llegué contigo,
lo tuve todo, lo perdí, y prosigo
recreando tu imagen cada día.
Los Angeles, 22 de junio de 2009