2137 - Al interior
Me asomo al interior, a ese paraje
que a nadie revelé, por ser tan mío,
tan en quietud, ajeno a griterío
y a intrusiones de apócrifo linaje.
Reviso en él a veces mi bagaje
de éxitos y fracasos, y sonrío,
y sollozo también, lleno y vacío
de cuanto incorporó mi aprendizaje.
Rostros que van perdiendo las facciones,
ojos que aún apuñalan, eslabones
quebrados ya, o inmunes a fisura.
Todos mis hijos son, me pertenecen,
y en una u otra forma permanecen.
Ah, pero nadie como tú perdura.
Los Angeles, 7 de julio de 2009