2169 - Nombres
El nombre que otorgara a cada lecho
que se me abrió, se borra y enmudece,
eco remoto, emblema que adolece
de significación, tierra en barbecho.
Mas ni añorante quedo ni maltrecho;
cada cosa a su tiempo; si amanece,
me embriaga el nuevo día, y me enardece
la noche con sus ojos al acecho.
Hoy eres tú quien sobre mí derrama
voraz efervescencia, y esta cama
en bronce llevará tu nombre impreso,
que no lo borre el tiempo ni lo acalle.
Voz ha de ser que en mi interior estalle,
temblor que me estremezca cada hueso.
Los Angeles, 12 de agosto de 2009