2180 - Cuarenta años después
Si dos residen en la misma zona
cuarenta años atrás, si uno transita
la misma calle donde el otro habita,
si en ambos rueda un alma retozona,
si uno y otro se encumbra y apasiona
con obsesión idéntica que invita
a intersección de abrazos, y palpita
con ágil corazón que no razona;
y sin que el uno al otro conociera,
puntos opuestos de la misma esfera,
aun siendo anatomías colindantes,
cuarenta años después, ¿quién pensaría
que una mañana del otoño fría,
encontrándose al fin, fueran amantes?
Los Angeles, 23 de agosto de 2009