2187 - Calipso
Amar al hombre que ama todavía,
quien al besarte a otra mujer añora,
¿cómo, dulce Calipso, se aminora
tanta desolación, día tras día?
Ulises, más que amante, es el vigía,
alto en la escarpadura, que avizora
la superficie azul, mientras implora
la nave que no emerge en lejanía.
Es todo tuyo, y es también ajeno,
tu blanda exquisitez, y tu veneno,
piel que te envuelve y no te pertenece.
Ha de volver, aunque no sabes cuando,
a su país, y quedarás llorando
por un amor que no se desvanece.
Los Angeles, 2 de septiembre de 2009