2212 - Beso vivo
Tantos hombres besé, siempre en rastreo
del beso intemporal, definitivo,
que a un tiempo fuera tímido y lascivo,
de desvanecimiento y de deseo.
De ese beso que fuera ronroneo,
y relámpago, y trueno, beso vivo
ya frontal y directo, ya evasivo,
lanzada, ráfaga, revoloteo.
Con qué voracidad busqué el prodigio
que eternizara al menos un vestigio
de lo que tanto quise conocer.
Besé a tantos, de tantos fui besada,
mas ni uno solo me dejó marcada
la piel y el alma como tú, mujer.
Los Angeles, 21 de septiembre de 2009