2221 - Te llamo
Te llamo, te he llamado muchas veces,
y tantas otras seguiré llamando;
te llamo desde el fondo al que, bajando,
entre nieblas de sueños apareces.
Grita mi voz tu nombre, y enmudeces;
lo susurra en el tono íntimo, blando,
de los enamorados, va cantando
tus sílabas de miel, y te adormeces.
Quizá esta lengua intensa, testaruda,
de tanta actividad tornóse muda,
y no es clamor, silencio es lo que emite.
Tal vez mi voz revierte a mis oídos,
y sólo yo percibo los sonidos
que el alma a golpes de ilusión repite.
Los Angeles, 3 de octubre de 2009