2222 - Libérate
Presentida en mis noches, alameda
por donde merodean mis sentidos,
subterráneo en que vagan reprimidos
fieros impulsos que el prejuicio enreda.
No admitas que tu espíritu proceda
a acallar en la piel los alaridos,
sólo una red de músculos unidos
logrará amordazarla a miel y seda.
Si la lluvia descarga en la vertiente,
su nivel alza el río, y la corriente,
desbordará en el valle su violencia.
Tanto ha llovido en ti, que ya rebosan
tus cauces los instintos que te acosan;
libera sobre mí esa turbulencia.
Los Angeles, 4 de octubre de 2009