2234 - Qué andamiaje
Penetrando en mi cuerpo, has irrumpido
como cóndor, las alas desplegadas,
en mi espacio vital, donde las hadas
tejen sueños y opciones, y el bramido
del sexo es tenso mar embravecido
en insistencia de olas espumadas.
Mi osamenta y la tuya entrelazadas,
qué andamiaje común de alma y sentido.
Me afirmo en pie por ti, recio baluarte
por ambos erigido, y al tocarte
soy blanda horizontal, y así eres tú.
Tal solidez, y tanto terciopelo,
clamoroso trombón y violoncelo,
todo complicidad, y sin tabú.
Los Angeles, 23 de octubre de 2009