2251 - Moneda devaluada
¿Y quién podrá reconocer el beso
cautivo en máscaras multicolores,
de inexpresivos labios, sin temblores,
más que rosa de piel, rígido hueso?
¿Dónde quedó lo ingenuo y lo travieso,
la erupción de violines interiores,
el convulso redoble de tambores,
frente a este matemático proceso?
Se ha trocado en moneda devaluada,
rutinario saludo, bocanada
de humo gris desertando el fuego extinto.
Se da a modo de rito, no se ofrece;
gala protocolaria, que parece
deshabitada de fervor e instinto.
Los Angeles, 12 de noviembre de 2009