2266 - No lo viste llegar
Qué solo te has quedado, amante ciego.
No lo viste llegar, aunque sabías
que todo tiene fin. Tus profecías
desbaratadas fueron por el fuego
que tú mismo alumbraste, como un juego
de ajedrez, rey y reina, fantasías
de torres, caballeros, teorías
de ataques y repliegues, pero luego…,
inesperadamente jaque mate.
No lo viste llegar. No hubo debate,
señal o augurio; sólo conclusión.
Conferiste al amor inaugurado
fugacidad, y pronto, fascinado,
olvidaste tu propia previsión.
Los Angeles, 21 de noviembre de 2009