2307 - Bajo mis versos
Me preguntó, curiosidad de amiga,
quién manipula la ágil marioneta
que danza y flota en mi alma de poeta,
y con su actividad, a qué me obliga.
Su mente fabricaba nueva intriga
de cada verso, como si una grieta
descubriera en el muro la silueta
de otra amante en acción, de otra enemiga.
Y respondí que sí, que no, que a veces,
que hay figuras en cuyas desnudeces
me entretengo o me abismo de repente;
que algunas tienen vida, y otras ruedan
por sueños imposibles, y allí quedan…
Pero no lo juzgó muy convincente.
Los Angeles, 11 de enero de 2010