2312 - Publicidad
Quisiera adormecer esta algarada
de voces perturbando mi sosiego;
cuanto más a mí mismo me repliego
más me acosan a fiera dentellada.
Quisiera detener esta manada
de figuras y símbolos en juego
que me invaden la mente, o quedar ciego;
ni les llamé ni apruebo su llegada.
No me tientan ofertas ni reclamos,
ya en toneladas, o siquiera en gramos;
predíquense a sí mismos, en sus casas.
Dejen la mía en paz. No necesito
ni absurda imagen ni estridente grito,
ni ver cómo embrutecen a las masas.
Los Angeles, 25 de enero de 2010