2341 - No razones
Hambrienta de belleza, de canciones,
en un mundo de tuercas y tornillos
que antepone a las rosas los martillos,
cacofónica cueva de ladrones;
¿qué puedo hacer por ti? Tengo visiones
de una vida de versos, no ladrillos,
de fondo, no barniz. Si mis nudillos
golpean a tu puerta, no razones;
abre el ciego baúl de las sorpresas
que transforma la lógica en pavesas
y deja el corazón en libertad.
Desbordará la cuenca de tu oído
mi aliento en seducción humedecido,
y tal vez nos amemos de verdad.
Los Angeles, 1 de abril de 2010