2342 - Mi sangre
Mi sangre arrastra, pero no pregona,
mudos misterios, rojas alianzas,
sueños de añil, frustradas esperanzas,
cuanto disculpa, lo que no perdona.
En su corriente nada evoluciona,
ni lágrimas, ni júbilos, ni andanzas,
y no deriva de ello ni enseñanzas,
ni congojas, ni normas. Lo anexiona,
lo archiva, haciéndolo su propia herencia
bajo epígrafe escueto de experiencia,
y lo consulta, sin modificarlo;
pues si ella lo acarrea, es todo mío,
fragmentos de mi vida, sembradío
que tanta mano halló para labrarlo.
Los Angeles, 1 de abril de 2010