2349 - Dos partes
Entre mis días fluye una esperanza
que ignoro si es de sangre o de sonrisa;
si ambas tal vez, cada una avanza y pisa
sobre terreno gris de adivinanza.
Te vislumbro a lo lejos. Gime y danza,
niega y sostiene, firme e indecisa,
este alma de cristal, con tanta prisa
por recalar en ti, mas no te alcanza.
Y así, una parte de mí mismo espera,
y canta, y baila, como si estuviera
a la inmediata puerta del portento.
Y otra parte de mí, opaca, sangrienta,
se retira a la sombra, y se atormenta
en desesperación y desaliento.
Los Angeles, 13 de abril de 2010