2358 - Besos y voz
Ya no tengo la voz que tuve un día,
antes de tanto beso malgastado;
reseca la garganta, se ha agrietado
la campana que ayer estremecía.
De luto, en palidez, sin melodía,
¿quién escucha mi cántico apagado?
Su mensaje es arcángel desalado,
incapaz de volar, en apatía.
En busca voy de besos palpitantes
que renueven mi savia. Si hay amantes
aptas para el prodigio, comparezcan.
Preciso de tersura, de humedades
que extirpen las actuales sequedades,
y mis besos y voz se restablezcan.
Los Angeles, 21 de abril de 2010