2412 - Olvido
Hoy no es día, ni noche, sino olvido.
No es claror ni tiniebla, es agonía
que ve, pero no ve; tierra baldía
sin fauna o flora, músculo o sonido.
Pero al fondo del alma, el alarido
que nadie escucha agota su energía,
y una extraña orfandad, o lejanía,
desmadeja el espíritu vencido.
El olvidado su memoria afina
tanto más cuanto menos cristalina
su imagen flota en el recuerdo ajeno.
Rara vez es recíproco el rechazo.
Si uno se aleja, el eco del portazo
es para uno quietud, para otro trueno.
Los Angeles, 14 de julio de 2010