2422 - Sepultura
No queda nada ya en la sepultura
de cuantos acostamos a su muerte.
Sólo residuo de materia inerte
que abandonó el espíritu, perdura.
Vestigio que fue albergue y atadura
del alma que hospedara, que revierte,
como materia que es, que fue, a la suerte
prescrita a cada efímera estructura.
Al ser humano amamos, no al montaje
de componentes químicos, ropaje
de que uno se desprende al expirar.
¿A qué las flores en la losa fría?
Ya no está allí. Si hay algo todavía,
será en ti mismo, más que tumba, altar.
Los Angeles, 27 de julio de 2010