2446 - Reactivación
Nunca supe morir. Cada fracaso,
ya me hiciera más débil o más fuerte,
caricatura se hizo de la muerte,
más que noche cerrada, tenue ocaso.
Quebróse el ritmo, entorpeció mi paso
recelo de mi técnica o mi suerte;
calló mi grito, y sólo el eco advierte,
si no mi abdicación, sí mi retraso.
Mas se fue mi actitud reconstruyendo,
y ladrillo a ladrillo, sin estruendo,
recuperó su cúpula anterior.
Tornará a fragmentarse en nuevo sismo,
y volveré a restablecer el mismo
temple de espíritu esperanzador.
Los Angeles, 2 de septiembre de 2010