246 - Envejeciendo - I
El tiempo te derriba de la cumbre,
y aunque inmóvil, de tí mismo te alejas;
año tras año en el camino dejas
girones de la vida en podredumbre.
Menos firmeza, más incertidumbre,
transformados los cánticos en quejas,
altas visiones en ideas viejas,
la innovación en árida costumbre.
Si miras hacia atrás es con la pena
que tanto los recuerdos envenena
como niega al futuro la esperanza.
Cada tic tac en el reloj te advierte
que llega la guadaña de la muerte,
y tan cerca la ves, que ya te alcanza.
Los Angeles, 4 de agosto de 1999