2490 - Mi dictado
Prefiero senda poco transitada,
sin huellas, bruma ni garrulería,
brisa ligera, luz de mediodía,
sin apremio febril por la llegada.
Tal vez una sonrisa, una mirada,
alguna perla de sabiduría
sin oratoria, un tanto de ironía,
y alianza de iguales, sin fachada.
Ni aspiro a exaltación de muchedumbre,
ni me dejo absorber por la costumbre;
de pocos soy, contra corriente nado.
Distinguir los rumores entre el ruido,
soñar despierto, alzarme si caído,
y compartirlo todo es mi dictado.
Los Angeles, 30 de octubre de 2010