2495 - Nostalgia
Resbalan por mi piel viejos boleros
como sutiles manos de añoranza
del extático arcángel de la danza
aleteando en salones domingueros.
Fueron tiempos eufóricos, si austeros,
de timidez y anhelo en alianza,
o en contraposición; y en la esperanza
de un nuevo alborear por los oteros.
Soñábamos despiertos mil quimeras;
de oro y cristal fletábamos galeras
a un mar azul, sereno, venturoso,
sin brújula ni miedo hacia el futuro,
y nos llegó un mañana en claroscuro;
pero el ritmo de ayer, qué luminoso.
Los Angeles, 4 de noviembre de 2010