25 - Lamento del Esposo
¡Qué rudo despertar en este día,
con el frío en los huesos, y tú ausente!
Yacías a mi lado, y en mi mente,
Mas no pude sentir tu compañía.
Mi memoria en tu busca descendía
Revisitando el corazón doliente,
Y hallando sólo el eco indiferente
De quien un tiempo fue, mas ya no es mía.
Ya no me das la dulce primavera
De intensa juventud, de amor sin quejas,
De entrega sin reserva, y de placer.
Me has cerrado tu cuerpo, y tu alma entera,
Y tan sólo una opción ahora me dejas:
Acogerme al calor de otra mujer.
Los Angeles, 19 de agosto de 1997