2522 - Logan
Todavía te extraño, mi pequeño,
partido años atrás, como quien deja
su cuerpo, roto ya, sin una queja,
y hacia campos de azul orienta el sueño.
Ignoro hasta qué punto fui tu dueño,
o si enredó tu astucia la madeja
de mi propia razón, que aún hoy refleja
cierta inseguridad. Tan hogareño,
tú, mi negrito, tan gentil y blando,
con qué destreza te arrogaste el mando
de nuestra afectuosa convivencia.
Nunca fui tu señor, tú fuiste el mío;
y fue tu voluntad el labrantío
que laboré feliz… hasta tu ausencia.
Los Angeles, 5 de diciembre de 2010