2536 - Espejo
Me asomo a la epidermis del espejo.
Sé que me ve. Saludo y no contesta.
Es un pozo vacío. Su respuesta,
siempre puntual, carece de reflejo.
No soy hombre exigente, ni complejo,
sólo aspiro a equilibrio. Me molesta
dar, siempre dar, sin que la parte opuesta
sepa decir adiós cuando me alejo.
Y este cristal hoy se me ha vuelto mudo.
Siendo hasta ayer retrato, es ahora escudo,
celándose de mí, sin dar la cara.
Restaré trascendencia a este incidente.
Tal vez soy invisible, y él se siente
del mismo modo, y nada nos separa.
Los Angeles, 22 de diciembre de 2010