2542 - Jinete a tierra
A tus oscuros ángulos desciendo,
frutos prohibidos que al calor maduran;
los más inconfesables me conjuran,
y a ellos febril con más afán atiendo.
Sinfonía de tactos en crescendo,
que si al albor en levedad murmuran,
prontamente exaltados se apresuran
al disparo, y al grito, y al estruendo.
Electrizante ráfaga, embestida
sobre mi piel desnuda, reprimida
sólo en su origen por fugaz instante.
Desbocado corcel sobre mi escena;
y yo jinete en tierra, que no frena
la peripecia ecuestre de mi amante.
Los Angeles, 1 de enero de 2011