2563 - Y me dejo llevar
Caminé, solitario viajero,
sin rumbo o meta, casi fugitivo
de mi propio carácter, receptivo,
más que al ramo de rosas, al florero.
Hoy de tu mano avanzo, por sendero
que nunca imaginara, hacia objetivo
fascinante, si no definitivo,
que lo mágico nunca es duradero.
Y me dejo llevar, como quien sabe
que el mundo entero en una mano cabe,
y lo estrechas gentil contra la mía.
No me pregunto qué vendrá mañana.
Este momento es nuestro, y nos hermana
un mismo afán en doble anatomía.
Los Angeles, 11 de febrero de 2011