2636 - Tiéndeme el tacto
Tiéndeme el tacto de tu blanda mano,
y el interior, que sin rozar, caldea;
este alma en ansiedad se tambalea
sin la gentil fricción con que me afano.
De tu desenvoltura me engalano,
y tu complicidad me aguijonea;
oh mujer, Afrodita o Dulcinea,
pálida voz, estrépito pagano.
Te hablo en tu propio idioma, en afluencia
de susurros y orgasmos, con urgencia
de juventud, sabor de madurez.
Ven, ven a mí; revélame tu acceso,
para fundir, avance y retroceso,
a la tuya mi propia desnudez.
Cantabria, 5 de mayo de 2011